Sara Fernanda Giromini, más conocida como Sara Winter, es una exfeminista y activista política que luego de años de estar activa, dejó las viejas luchas y comenzó a combatir lo que en un momento de su vida creyó.
Hoy, rechaza el aborto legal, el enfoque de género y considera al feminismo moderno como una deformación de las viejas luchas. Escribió el libro “Las veces que fui traicionada por el feminismo” y comenzó a activar en movimientos políticos de derecha.
La controversia aumentó cuando manifestó su simpatía hacia el hoy presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Líder, del grupo político “Los 300 de Brasil” Sara terminó siendo investigada por la justicia de Brasil, que la acusa de captar recursos para financiar violentas protestas contra la corte y de atentar contra la seguridad nacional.
Según la justicia brasileña, Winter encabezó una protesta en el 2020 donde una treintena de personas con los rostros cubiertos de caretas bancas, ropas negras y antorchas, protestaron contra el Tribunal Supremo. Días después, la sede fue atacada con fuegos artificiales. La activista fue encarcelada.
Ella niega que haya estado en el ataque al tribunal y afirma que el que manda en Brasil es la Corte Suprema, no Bolsonaro. En entrevista con el programa de radio Urbana “Desopilantemente Urbano” en charla con Dalma Benítez (en ausencia de Álvaro Mora) y Juan Manuel Salinas, explicó su punto de vista sobre lo que está sucediendo en Brasil a nivel política y afirma que es una perseguida política.