Numerosas hipótesis surgieron entorno a los motivos que tuvo el célebre actor para tomar la drástica decisión de poner fin a su vida, finalmente familiares cercanos a través de un comunicado oficial informaron que, a pesar de que las principales conjeturas apunten a su problema de alcoholismo, Robin se mantuvo sobrio hasta el final de sus días.

Pero fue el peso de otra enfermedad el que lo aquejaba, así lo explicó su tercera esposa, Susan Schneider. "Él fue un valiente y luchó sus propias batallas contra la depresión, la ansiedad, así como contra las primeras fases de la enfermedad de Parkinson, de la que todavía no estaba preparado para hablar públicamente", declaró.

“Es nuestra esperanza que a través de la trágica muerte de Robin, otros encuentren fuerzas para buscar la ayuda y el apoyo que necesitan para tratar cualquier batalla que estén enfrentando, para que así sientan menos temor”, puntualizó.

"Desde su muerte, todos los que amamos a Robin encontramos algo de consuelo en las tremendas muestras de afecto y admiración hacia él de millones de personas. Su mayor legado, además de sus tres hijos, es la alegría y la felicidad que ofreció a otros, particularmente a aquellos que luchan batallas personales", finalizó Schneider.