Catherine, una duquesa ejemplar
Aunque el nacimiento del príncipe Jorge el pasado julio relegó a la mascota real, el perro Lupo, a un segundo plano -el hermano de Catherine de Cambridge estuvo a su cargo temporalmente-, la normalidad parece haber regresado al palacio de Kensington, tal y como demostró la duquesa al disfrutar de un agradable paseo matinal junto a su pequeño y el simpático cocker en los jardines reales.
Catherine lució un aspecto radiante al lado de su retoño, quien vio cómo su madre se comportaba como una ciudadana ejemplar al recoger las heces de su mascota durante un momento de su recorrido por Kensington Gardens.
De esta forma, parece que los duques de Cambridge vuelven a contar con la presencia de Lupo entre los muros de palacio, decisión que la reina Isabel II no vería con buenos ojos, ya que ella misma se encargó de prohibir la entrada del perro a la residencia real de Sandringham (Norfolk, este de Inglaterra) el pasado diciembre, donde la familia real británica acostumbra a celebrar la Navidad.
"La reina Isabel ha dejado muy claro que el perro Lupo no debe estar bajo ningún concepto en la lista de invitados. Su decisión ha entristecido mucho a la duquesa [Catherine], porque ha tenido que trasladar a la mascota a la casa de sus padres en Berkshire [sudeste de Inglaterra]", revelaba un confidente a The Sunday Telegraph.