-Lizzy, ¿qué te pasó?

-Digamos que fui una víctima más de la lluvia.

-¿Qué fue exactamente lo que te ocurrió?

-Estaba cerca del supermercado Salemma con mi camioneta y me llevó la corriente, fue un momento de susto.

-¿Con quién estabas?

-Con mi hermana.

-¿Entró mucha agua en tu camioneta?

-Nosotras estábamos con las puertas cerradas, la cantidad de agua llegaba hasta nuestro cuello por ahí, si yo abría la puerta iba a entrar una corriente de agua y ni me quiero imaginar lo que nos iba a pasar en ese caso.

-¿Qué fue lo primero que se te ocurrió en ese momento de desesperación?

-Lo primero que se me ocurrió fue tratar de abrir la puerta y salir nadando pero corría el riesgo de ahogarme.

-¿Quién te ayudó?

-Sinceramente le estoy agradecida a unos albañiles que se acercaron para ayudarme a salir de la camioneta, fue desesperante.

-¿Físicamente te pasó algo?

-Gracias a Dios no, tampoco a mi hermana.

-¿Cómo quedó la camioneta?

-De la camioneta paró el motor, prácticamente quedó inservible, llevó la grúa y ahora los del seguro me salen con que no cubren accidentes climáticos.

-¿Hace cuántos meses que te compraste esa camioneta?

-Hace dos meses nada más y si algo grave le pasó al motor me conviene comprar otra camioneta porque es carísimo.

-¿Es verdad que algunas personas en vez de ayudarte se quedaron mirándote y grabando lo que pasaba con el celular?

-Así mismo, era un grupo de 30 albañiles por ahí a quienes les grité y en vez de ayudarme se ponían a grabar con el celular, me decían que me quede en la camioneta.